"Hay algo en mi", el empoderamiento de Miriam Rodríguez

Hay algo en mí.

El primer single de Miram Rodrúguez, tercera finalista de Operación Triunfo 2017, constituyó el comienzo de la gran carrera de la artista, convirtiéndose en una de sus canciones más escuchadas. Además, fue escogida por la cadena Fox para la promoción de la nueva temporada de “Vis a vis”, una elección más que acertada, dado que Miriam demostró desde el minuto uno del concurso su fuerza, su constancia y su empeño en dejarse el alma para conseguir sus sueños.

Miriam es pura bondad, sacrificio, con una gran voz y un corazón enorme. En mi opinión, no se le dio el reconocimiento que debía dentro del concurso, el cual ella solita ha ido consiguiendo desde que salió de él. Nos ha demostrado en todo momento su gran capacidad por cantar cualquier estilo de música, su esfuerzo por hacer retos nuevos y su gran sensibilidad delante y detrás de las cámaras.

Hay algo en mi es un grito a la libertad de la mujer. Para su composición, Miriam cogió tanto vivencias personales como valores de la propia serie, y creó una letra en la que muchas personas se sienten identificadas hoy en día. Es el sentirte atrapada dentro de una cárcel constante que te oprime pero saber que podrás con ello. Que llegará un día en el que conseguirás esa ansiada libertad, porque al fin y al cabo, tú eres de ti misma y no consentirás que te la arrebaten. El empoderamiento femenino en estado puro.

“Cuál es el precio de mi libertad, cuánto tiempo he de luchar contra tormentas. He aprendido a vivir sin miedo aunque nadie me acompañe. Son tantos golpes sin poder curarme, que aunque lo quieran no podrán callarme”. Empieza preguntándose cuánto costará esa libertad que tanto ansía, de manera irónica, porque no debería costarte ser libre, expresar lo que quieres, sin tener que estar constantemente contra algo que te atormenta. Sin embargo, nos cuenta que ya no tiene miedo, que a pesar de todos esos golpes, ya nunca más la callarán. Porque solo ella decide cuando sí y cuando no.

“Dónde está el límite del bien y el mal, cuántos sueños se han perdido en esta celda que ya nunca volverán”. Porque cuando lo que quieres es ser libre, no existen límites ni mucho menos piensas que los hayan. Porque harías lo que fuera por serlo, porque después de tantos años encarcelada, solo puedes pensar en los años que has perdido allí dentro. Aquí hace referencia tanto a la serie de “Vis a vis” como al hecho de sentirse en una celda, sin salida, o sin saber como salir. “Esta vez voy a decir puedo sin que las fuerzas me fallen. Yo no escogí seguir este camino y por este error yo pagaré un castigo”. Pero aunque te digas que puedes, el camino que escogen no es el que quieren los demás, que por lo visto, tienen más poder sobre ti que tu misma. El estar pagando por algo que sabes que necesitas para ser feliz y poder salir de toda esa oscuridad.

“Que hay algo en mi que no van a quitarme, soy mujer, no pertenezco a nadie. No tengo cielo al que mirar, no encuentro calma a mi ansiedad.” Y aunque intenten hacerte la vida imposible, sabes que hay algo dentro de ti que jamás podrán arrebatarte. Tu fuerza por luchar, tu constancia por conseguir lo que quieres y no parar hasta tenerlo. Pero aun así, sigues pensando en el cielo que te falta, en la ansiedad que te provoca la situación. “Y aun sigo aquí dispuesta a levantame, puedo ser quien quiera imaginarme. No tengo cielo al que mirar, y aunque lo tenga no puedo olvidar que me he fallado.” Y vuelves a decirte que te vas a levantar las veces que hagan falta porque quién eres lo decides solo tú. Pero te derrumbas de nuevo, repitiendo que sigues en esa cárcel, que te has fallado por el simple hecho de dejarte arrastrar.

“Porqué me tengo que sentir así, yo he luchado sin descanso y logré sobrevivir. Sola en un rincón vacío envuelta en este infierno. No pasa un día sin que me arrepienta de no ser yo misma detrás de esta puerta”. Empieza la segunda estrofa preguntándose porqué se siente decepcionada consigo misma, si han sido los actos de una persona los que la han llevado hasta allí, y ella ha aguantado demasiado tiempo intentando sobrevivir de ese infierno. Ha luchado hasta dejarse la piel. Hasta llegar a no ser ella misma.

“Hoy me voy a escapar de todos mis recuerdos. Son solo cicatrices ya no duelen más. Se que no hay solo gris en esta oscuridad, no me voy a rendir, yo volveré a brillar.” Acaba dando de lado todos esos recuerdos y a todo ese pasado oscuro para centrarse únicamente en el ahora. En volver a brillar, con esa luz que la caracterizaba antes de que alguien se viese con la libertad de quitársela.

El videoclip muestra todos los adjetivos que hemos comentado. Con la ayuda del coreógrafo Sebastián Linares, Miriam demuestra una fuerza inmensa que, mezclada con su increíble voz, hacen del videoclip una obra de arte. Además, contiene diferentes guiños a la serie por la escenografía, que da el aire de cárcel, por la vestimenta de las bailarinas y de la artista y por algunas tomas a jaulas de pájaro y cuerdas, muy características de la serie en cuestión.

Miriam Rodríguez es poder, constancia, ilusión y ganas de seguir. Es una pequeña pero importante representación de todas aquellas mujeres que sufren solas, en silencio, sin nadie que las pueda oír. Y que lo único que quieren es escapar de la jaula en la que conviven, en la que abusan de ella, en la que no se sienten valoradas o, incluso, en la que no querían acabar pero la engañan para que ese sea su destino.

Hoy va por todas ellas, por las víctimas, por las que han conseguido salir de la oscuridad y por las que, desgraciadamente, no nos lo pueden contar. Porque aún queda mucho recorrido por hacer, y tú, Miriam, nos haces ver un trocito de cielo en todo este caos.

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