Cepeda nos regala su verdad con "Fuimos vida"

Fuimos vida.

Cepeda lo vuelve a hacer. Nos vuelve a desgarrar el alma con una canción que es pura sensibilidad y emoción. Luis compone y canta con el corazón, tiene esa magia interior que nos hace disfrutar cada segundo de sus letras.

Fuimos vida habla de una relación que ya no existe, pero la recuerdas con cariño y nostalgia. Porque recordar todo lo bonito a pesar de una ruptura es el paso más maduro, sincero y sensato que puede tomar alguien cuando le rompen el corazón.

“Tal vez poder parar el tiempo. Tener tan solo un par minutos donde diga lo que siento.” La letra empieza con el deseo de poder parar el tiempo en el momento en el que estaban juntos y poder decir realmente todo el amor que siente. “Y aunque ya no estés ya no duele la salida, porque nadie sabe lo bonito del momento al escribir la vida”. Y es que aunque todo se haya acabado, ya no le duele mirar atrás, porque la relación fue tan especial, que lo único que le queda es ser feliz por tener lo que tuvieron.

“Que fuimos dos colores pero nunca gris”. Sigue diciendo que ellos fueron dos colores bonitos, sin días grises. Una relación utópica, perfecta, o al menos es lo que le viene a la mente cada vez que la recuerda. “Si alguna vez preguntan si se terminó, yo les diré que nunca muere un corazón”. Porque ellos dos eran un solo corazón, latían a la vez, y es imposible que muera algo con tanto poder.

“Y no, que tu forma de mirarme no se duerma, y quien te mire lo haga con la puerta abierta. Que ya no veo nada”. Empieza el estribillo con unas declaraciones a su persona, a la que se podía ver a través de su mirada. Y le desea que la próxima persona que pase por su vida, la mire con la puerta abierta. Sin ataduras, queriéndola en su totalidad. “Te pediré que no, que tu manera de abrazarme se haga eterna, y que tus besos y caricias no se pierdan, que dan la vida a quien lo tenga”. Acaba deseando estar siempre entre sus brazos, llenos de vida, aquella de la que ahora carece, sin la presencia de ella.

“Tal vez hicimos caso al resto, que de un recuerdo se inventaron libertad y se creyeron dueños del intento”. A pesar de todo lo que fue perfecto, diversos factores acabaron con lo que tenían. El hacer caso a gente externa, estar inmersos en un escenario donde todo su alrededor puede más que el propio amor, y no puedes hacer otra cosa que cortar por lo sano. “Que se juntaron nuestras sombras, pero no era el mismo sol”. Acaba la estrofa confesando que lograron estar juntas pero precisamente por todos los factores externos, tenían caminos diferentes. Y cada uno estaba alumbrado por un sol que debía seguir solo.

“Si alguna vez preguntan que si fuimos dos, responderé que solo hubo un corazón”. Porque la existencia de la relación ahora se resume en su corazón. En un sentimiento, que pensaron que podría con todo lo demás. Pero solo quedan ruinas.

El videoclip va de la mano con el significado de la canción. En el mismo sale Cepeda caminando despacio, mirando a la cámara, cantando toda la canción en una sola toma. Y es que el artista no necesita grandes decorados ni ediciones, tan solo él, su sensibilidad y su sensible y desgarradora voz, sirven para hacernos emocionar. De esta manera, nos explica, mirándonos a los ojos, su historia, sintiéndola, haciéndola real, abriéndose en canal.

Está grabado en un edificio abandonado, en ruinas, mientras él va vestido con un impecable traje negro, con pañuelo y chaleco también negro, elegante en su totalidad, dando contraste a todo su alrededor. Precisamente es este contraste irónico el que necesita la canción, “el traje representa lo que fuimos, y el escenario lo que somos”- explicó Luis en sus redes sociales.

Porque Cepeda nos da vida cada vez que canta, compone y nos hace sentir de esa manera tan pura, real y acertada.

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